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viernes, 6 de febrero de 2015

Palácio da Regaleira

El Palacio de Regaleira es el edificio principal  y el nombre más común de la Quinta de Regaleira. También llamado Palácio  do Monteiro  dos  Milhões.  El palacio está situado en pleno Centro Histórico de Sintra  y está clasificado como Patrimonio mundial por la Unesco.   Ahora nombrare algunos lugares de interés que rodean la Quinta de Regaleira.

Bosque
El bosque, que ocupa la mayor parte del espacio de la quinta, no está dispuesto al azar. Comienza siendo más ordenado y cuidado en la parte más baja de la quinta, pero se va haciendo progresivamente más salvaje a medida que se asciende hasta la parte alta. Esta disposición refleja la creencia en el primitivismo de Carvalho Monteiro.


Patamar dos deuses (Rellano de los 
dioses)
A la entrada de este rellano, una estatua de Hermes, el mensajero de los dioses

y la personificación de la revelación de la sabiduría, parece anunciar a los otros dioses que bordean este rellano. En el centro se encuentran dos estatuas dequimeras, símbolos de ilusión y utopía.
Entrada dos Guardiães y Terraço Celeste


Pozo iniciático
Una galería subterránea con una escalera en espiral, sustentada por columnas esculpidas, desciende hasta el fondo del pozo a través de nueve rellanos. Los nueve rellanos circulares del pozo, separados entre sí por quince peldaños, evocan referencias a La Divina Comedia de Dante, y pueden representar los nueve círculos del infierno, los del paraíso o los del purgatorio. Según los reputados ocultistas Albert Pike, René
Guénon y Manly Palmer Hall, es en La divina comedia donde se encuentra por primera vez expuesta la Orden Rosacruz. En el fondo del pozo está, embutida en mármol, una rosa de los vientos sobre una cruz templaria, el emblema heráldico de Carvalho Monteiro y, simultáneamente, indicativo de la Orden Rosacruz.
El pozo se denomina iniciático porque se sabe que era usado en rituales masónicos de iniciación; se dice que la explicación del simbolismo de los nueve peldaños se encuentra en la obra Conceito Rosacruz do Cosmos.
La simbología del lugar está relacionada con la creencia de que la tierra es el útero materno de donde proviene la vida, pero también la sepultura donde volverá. Muchos ritos de iniciación aluden a aspectos del nacimiento y de la muerte ligados a la tierra o al renacimiento. La existencia de los 23 nichos ubicados bajo los peldaños del pozo iniciático constituye uno de los muchos misterios que alberga dicha construcción. El 29 de diciembre de 2010, el profesor Gabriel Fernández Calvo de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real, cuando visitaba el pozo junto con otros profesores de la UCLM, observó que los 23 nichos no estaban dispuestos al azar, sino que se hallaban agrupados en tres conjuntos de 17, 1 y 5 nichos separados entre sí conforme se descendía al fondo del pozo. Dicha organización no es casual y muy probablemente hace referencia al año 1715 en el que Francisco Alberto Guimarães de Castro compró la propiedad (conocida como Quinta da Torre o Quinta do Castro), en subasta pública.
El pozo está comunicado mediante varias galerías o túneles con otros puntos de la quinta: la entrada dos guardiôes(entrada de los guardianes), el lago de la cascada y el pozo imperfecto. Estos túneles, otrora habitados por murciélagos, hoy en día alejados por los muchos turistas que visitan el lugar, están recubiertos con piedra importada de la costa marítima de la región de Peniche para sugerir un mundo sumergido.

Capilla de la Santísima Trinidad
Separada por escasos metros del palacio, construcción principal del conjunto, la Capilla de la Santísina Trinidad fue construida en piedra blanca y en estilo manuelino. En su interior, la cabecera se encuentra decorada con un mosaico donde se representa la coronación de la Virgen, la cual aparece vestida con los tres colores alquímicos: el blanco, el rojo y el azul. Las ventanas presentan vidrieras donde se representan, entre otros motivos, la leyenda de la Dama de Nazaré. Esta leyenda proviene de 1182, cuando el alcalde D. Fuas Roupinho se encontraba, en plena caza, persiguiendo a un venado. Debido a la niebla y a la celeridad de la carrera, la presa a la que pretendía alcanzar se precipitó en el abismo. El alcalde, temiendo correr la misma suerte, invocó a la Virgen de Nazaré, la cual le salvó de la muerte al frenar a tiempo a su caballo. En agradecimiento, el personaje mandó construir en el lugar la Capilla de la Memoria. En una segunda vidriera se recoge el nacimiento de Cristo, mientras que una tercera muestra a una serie de ángeles rodeando un triángulo, forma geométrica utilizada por los templarios. En la capilla también destaca la proliferción de cruces, predominando entre ellas la localizada sobre el pavimento del edificio y representada sobre una esfera. Esta cruz pertenece a la Orden de Cristo. Asimismo, encontramos reproducida la cruz patada o cruz orbicular, adaptada por los templarios portugueses.

Lago de los Cisnes y Banco 515
 








Torre da Regaleira
Fue construida para dar a quien la sube la ilusión de encontrarse en el eje del mundo.












Palacio
Edificio principal de la quinta, su fachada evidencia la influencia del estilo manuelino. La decoración del palacio se concentra en los balcones, las
columnas, las puertas y las ventanas, contando con el repertorio decorativo típico del estilo que emula: motivos de raigambre vegetal, cuerdas y nudos, perlas, escudos, etc. Además, en esta construcción se encuentran representados distintos santos cristianos. Toda la exuberante decoración estuvo a cargo del escultor José da Fonseca. En el interior encontramos una biblioteca y un laboratorio alquímico situados en una torre de planta octogonal, clara referencia al mundo masónico, el cuál otorgaba un especial significado a este número. Asimismo, el palacio cuenta con varios salones, destacando especialmente el "Salón de Caza", presidido por una impresionante chimenea atestada de elementos decorativos de un blanco impoluto, entre los que despunta la figura exenta de un cazador acompañado de su perro, flanqueado por dos frescos. Los techos del salón son decorados con múltiples nervios, recordando un poco a las bóvedas de abanico ingleses, y puertas y ventanas son rematadas con cabezas de animales, como ciervos y jabalís.





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